lunes, 30 de enero de 2017

Duatlón de Castellón | 2017

Hoy estaba entre nerviosa y tranquila, eso era lo que se me pasaba por la cabeza todo el rato. Por un lado sabía que podía aguantar los ritmos planeados, pero por otro lado sabía que en el circuito de duatlones de Castellón (CDC) hay mucho nivel y me empezaba a dar miedito. Más que nada porque sabía que iba a sufrir.

Tras calentar y ver la salida masculina me he centrado, he respirado hondo muchas veces y no he parado de decirme "haz tu propio duatlón, no importan los demás". He pretendido convencerme de eso y pum! Salida femenina a las 10:10h



He empezado fuerte, más fuerte que mi ritmo pensado, bastante más, así que he dicho "Laura o bajas el ritmo o no llegamos". Me he hecho caso y he empezado a bajar mi velocidad y adoptar un ritmo bueno que pudiese mantener. 

Lo cierto es que me agobiaba porque escuchaba como entonces se me acercaban chicas por detrás y no quería que me pasaran pero si seguía con el ritmo más alto al mío a lo mejor ni terminaba porque empezaba a ir jodida. En el kilómetro 2 ha empezado a picar para arriba, íbamos muy solas, esparcidas por Castellón y yo he empezado a pagar ese apretón del principio y notaba mi respiración demasiado agitada. He pensado en salirme de la prueba, para que os voy a engañar, pero todavía no lo he hecho en ninguna y mientras seguía corriendo pensaba "y qué vas a decir luego? qué argumento vas a dar? que estabas cansada y ya está?" Y yo no quería decir nada de eso, así que mientras pensaba, avanzaba. Me he centrado en mi, en mi duatlón, sin importarme el ritmo de las otras, de si llegaba antes o después. Me he centrado en gestionar mi prueba y darme ánimos a mi misma. 

"Vas bien Laura, baja un poco recuperas y luego vemos, respira y tira el aire, en nada ya damos la vuelta hacia boxes, aguanta, vas bien, así, vale vas bien, aprieta un poco que vamos hacia abajo, eso, no aceleres más ni bajes, aguanta...

Llegada a boxes y arrancamos con la bici en un circuito con muchas rectas, viento y tirar y tirar. Una de mis mejores medias para no ir en un grupete. He disfrutado la bici, la verdad. Y no paraba de pensar en los últimos 2,5km de carrera a pie que quedaban.





Al dejar la bici he empezado a correr fuerte y poco a poco he visto como nos alejaban hacia los naranjos. Ver como la meta se alejaba cada vez más me ha afectado psicológicamente, ha habido otra guerra mental. Y si lo sé. 2,5km son 2,5km los hagas por donde los hagas pero no paraba de pensar cuanto nos estábamos alejando y que después había que volver. He intentado no bajar el ritmo pero he sufrido en estos últimos kilómetros, para que nos vamos a engañar. Pero he apretado dientes y he cruzado la meta. Me he agachado, he exhalado, he levantado la cabeza y tenía a todo el equipo masculino de XTEAM con una sonrisa chocándome la mano. Qué gigantes!

Al final solo quería bajar de 1h20' para mejorar mis primero tiempos del año pasado, así que tras mi 1h18' puedo decir que no empiezo mal. Que si el año pasado terminé corriendo como lo hacía habiendo empezado peor... Este año puede ir mejor, por qué no?



La cosa ha ido de volver al ruedo, de exigirme en una distancia corta. Tras mis medios ironman no había vuelto a hacer distancias cortas que requieren una intensidad muchísimo mayor. Hoy era una especie de prueba de volverme a encontrar en competición, de conocerme, saber cuando dosificar y cuando apretar. 


Una lucha mental que al final ha hecho que cruzara la meta, una vez más.





Un abrazo gigante,
Laura Chaparro

miércoles, 26 de octubre de 2016

Motivación, frustración y otras cosas

Hoy es un día en el que me apetece abrirme.

Ha sido un año muy duro para mi. A pesar de lo que vemos en redes sociales, la vida es más complicada de lo que muchas veces parece.

Quiero contar muchas cosas pero no sé por donde empezar ni si quiera de que manera ordenarlo per allá va... voy a dejarme llevar.

Como consecuencia de un año complicado a nivel personal, la suma de preparar duatlones, triatlones de larga distancia, llegar a fin de mes, compaginar dos trabajos, llevar una casa, un perro, preparar las comidas de cada día, exigirme ciertas cosas, dejar de lado otras.. He sentido mucho estrés, mucha presión conmigo misma, porque sí, soy una persona muy exigente, muy perfeccionista y creedme esto no siempre es bueno porque la vida real es totalmente imperfecta.

He sentido frustración. Frustración porque no llego. No llego a bajar al porcentaje de grasa que me gustaría y que el año anterior si que había conseguido, no llego a hacer tiradas tan largas de bici por falta de tiempo, no llego a bajar el tiempo deseado en una prueba larga... Me he castigado por no llegar, lo que me ha supuesto mayor estrés, mayor frustración y mucha más ansiedad.

Ha sido el año más desordenado a nivel comida. No porque elija malos alimentos pero a veces he tenido situaciones de estrés o ansiedad (una ansiedad diagnosticada - ya no-) que me llevaba a comer más por lo que sentía que por la necesidad fisiológica de comer. Y esto no me había pasado nunca, siempre había sido muy fuerte de cabeza en ese sentido y nunca había relacionado la comida con sentimientos así, pero la verdad es que algunos días puntuales de todo este año si que me he dejado llevar por esa sensación de tristeza, de bajón, de no saber el camino a seguir, de no conseguir lo que uno quiere y siendo nutricionista he ido analizando esas situaciones para poder solucionarlas. Normalizarlo todo. Y no, no he tenido ningún trastorno, solo que en algunos momentos de tooodo el año he sentido desahogo al comer algo y he sentido como estaba relacionando inconscientemente que cada vez que me pasaba algo como consecuencia hacía otra cosa que generalmente analizada a posteriori no me parecía bien, con lo que después me generaba frustración. Esto lo arreglé intentado "simplemente" que esas situaciones no ocurrieran y a ser más consciente de todo.

Me ha costado entender que mi vida ahora es diferente y que debo organizarme de otra manera. Sí, yo también aprendo cada día según me va cambiando la vida, pero "entender" esto no ha sido fácil.

Me encuentro en el peor momento físico en el que jamás he estado así que creéme cuando te digo que te entiendo al contarme que te sientes frustrado, yo también soy humana y también me pasa. Pero es que a veces las condiciones cambian, nuestra vida cambia y esas condiciones nos afectan hasta puntos en los que no somos conscientes.

Sé que quizás muchas personas ya me vean bien así como soy, no quiero decir con esto, que esté mal, sería egoísta quejarme, pero sinceramente me he visto mejor y esa sensación de empeorar es la que evidentemente no he llevado bien. He conocido una versión de Laura que me ha gustado mucho más, en la que me he sentido más fuerte y simplemente quiero volver a mejorar a la actual Laura.

Intento cambiar cosas cada día. Intento hacer las cosas lo mejor cada día pero ha habido un tiempo en el que perdí la motivación. Sin más, voló. Por lo que me resultaba complicado hacer ciertos entrenamientos o ciertos sacrificios ya que si no estás motivado, no le encuentras sentido a eso que haces y se te hace un mundo hacer eso en lo que antes disfrutabas. Te supone más agobio, más estrés si no cumples, deja de ser tu hobbie, deja de ser tu antiestrés, tu vía de escape... Y de repente quieres escapar de eso.

Y sientes miedo. Miedo de que no te vuelva a gustar como antes. Pero no te preocupes, esta sensación es pasajera. Posiblemente la chispa siga estando dentro solo que le falta gas.

Me he permitido el lujo de dedicar dos meses a hacer el deporte que me apetecía porque sí, porque soy un culo inquieto y deporte tengo que hacer porque si no me siento rara pero me lo he tomado de una manera diferente que me ha hecho, que poco a poco, vuelva a sentir cada vez más, esa chispa. Esto me ha servido para liberarme mucho y también en esas sesiones que me he metido de entreno, he pensado mucho en qué cosas quería hacer, en cómo quería abordar un futuro cercano y poco a poco me he ido creyendo esa idea que iba rondando en mi cabeza.
Foto de Adolfo Benetó

Con todo esto vengo a decir que no siempre nos sale todo lo que queremos y aunque nos empeñemos a veces no sale y punto. Fracasamos y ya está. Tampoco pasa nada. Es cierto que fracasar está muy mal visto pero de normal se suelen fracasar muchas más veces para llegar a algo que queremos.

Nuestro éxito está lleno de fracasos, de sube y bajas. Un día estás super mega motivado y a los dos días no puedes más con todo y estás hecho polvo pero luego superas ese día vuelves a entrenar, trabajar, etc y de repente estás de nuevo en el cielo. Somos increíblemente así de excepcionales. Pero contra más fracasemos más fuertes nos haremos en ese nuevo renacer y más aprenderemos de cada situación. La vida no es sencilla y cada uno sufre lo suyo, a su medida.

Tómate tu tiempo y respira.

Quizás tengas una sensación parecida a la mía o quizás alguna vez te hayas sentido así. Si no te ha pasado aprende todo lo que puedas de esto. Aprende a aceptar pero no a conformarte y cambia lo que tu quieras cambiar. Todo llega algún día. Todo llega para el que sabe esperar.

¿Empezamos de nuevo?


lunes, 23 de mayo de 2016

Triatlón Olímpico de Xilxes

Es domingo por la mañana y suena el despertador a las 6:00h
"PIPIPIPÍ- PIPIPÍ"

Me despierto con ganas de seguir durmiendo pero hoy no puedo posponer el reloj, hoy toca triatlón.
Me asomo a la ventana y el día parece que no nos va a acompañar pero habrá que ir.
Trimono puesto, pelo suelto, mochila con todos los trastos preparada y a desayunar.

Después llego allí, ves a gente conocida y no puedes hacer otra cosa que alegrarte. Da igual de que color lleven el trimono, aquí hay un colegueo tan humano que no puedes evitar sonreír.

Reunión con el equipazo XTEAM. Todos riendo, bromas "nos va a llover, nos va a llover"... y ya se oye de fondo "que somos huevones o leones?" Así somos en XTEAM. Gracias a esa frase medio XTEAM se ha apuntado a infinitas pruebas. Total que risas, nervios y de todo junto y revuelto...

Una vez ya están todas las pegatinas puestas solo queda ir a boxes y dejar toda la parafernalia que caracteriza un triatlón.

Bici colocada, las zapatillas de correr, las de bici y los calcetines, geles, casco, portadorsal y... gorro y gafas encima. Pipi de cortesia y me meto en el neopreno.

Saltitos de nervios en la playa, todo el mundo comenta sobre la meteorología, el agua está picada, se nota el oleaje y la corriente en las boyas.

¿Recorrido? Nadie tiene claro el segmento de agua. Al parecer son dos vueltas. Boya blanca, boya amarilla, piso arena, paso por un arco y vuelvo a entrar al agua y repito recorrido. Ok, todo claro.

Bocinazo y primera salida masculina. Les cuesta un poco entrar al agua. Escasos minutos después sale el segundo grupo masculino. Nosotras esperamos en la orilla. Muevo los brazos, saltos al pecho... Me activo, me repito que yo puedo y voy a la cámara de salida. El juez nos cuenta que ya está lloviendo en la Vall d'Uixó donde pasaremos con la bici. No importa, nos lloverá a todos.

Escasos minutos después empiezo a ver como varios triatletas masculinos salen del agua. Se retiran.

Estoy un poco nerviosa porque llevo toda la semana con tan solo un entrenamiento y además desde que hice el halfironman de Marina d'Or en octubre no he vuelto a ponerme el neopreno ni a nadar en el mar así que no sé como irá. No espero tiempos, simplemente quiero hacerlo para que al menos me sirva de entrenamiento de próximos retos. Me convenzo de que no pasa nada, de que una vez empiece todo saldrá. "Yo puedo, yo puedo, yo puedo" me digo a mi misma.

"Triatletas a sus puestos, listas, ya!" grita el juez. Y allá que vamos todas las féminas al agua picada. Intento ponerme a un lado y visualizo la boya blanca aunque con el cielo tan blanco y gris de las nubes apenas puede verse.

Las olas me zarandean de lado a lado y no puedo coger ritmo, tengo las pulsaciones por los aires. No veo la boya pero no dejo de pensar en que todo lo que estoy sufriendo ahora lo voy a tener que pasar de nuevo porque son dos vueltas. Nado a braza, crol... las olas me impide coger un ritmo bueno. Cada 3-4 brazas tengo que levantar cabeza para no desviarme. Pienso en como podré explicar todo esto que estoy sintiendo en un post. No veo la boya amarilla pero sigo al resto de triatletas. Una vez llego solo queda ir a la orilla e intento no pensar que me toca hacer de nuevo lo mismo.

Adelanto a triatletas masculinos, piso tierra y oigo gritos de ánimo, sonrío sin ver absolutamente a nadie, oigo como gente dice que se retira que no vuelve a entrar al mar y yo sin planteármelo vuelvo a entrar al agua. Salto las olas y entro haciendo el delfín. Visualizo la boya y voy a por ella. De repente me siento fuerte y me digo a mi misma "soy fuerte porque he vuelto a entrar, soy fuerte porque he vuelto a entrar". Me lo repito brazada tras brazada a la vez que también pienso en que si hubiese sido un entrenamiento no vuelvo a entrar ni de coña.

Paso boya blanca, solo queda amarilla y tierra. Esto esta hecho, no me queda otra que salir. Salgo y sonrío, ya ha pasado todo. 2300m de agua han salido a pesar de que debían haber sido 1500m.

Voy corriendo a por la bici, me la paso, dos pasos atrás y ahí está. Neopreno fuera, calcetines, zapatillas de bici, dorsal, gafas, casco, bici y allá que voy. Chispea pero no me importa, hay que apretar. La bici es toda pasada por agua, conforme vamos hacia la Vall d'Uixó llueve más, pero la verdad es que no me importa. A pesar de la lluvia me siento bien, veo a compañeros, gente conocida y eso siempre anima. Guardado también en algunos segmentos para no caer ya que han habido varias caídas en el circuito y... 42km de bici finiquitados.

Y sin darme cuenta ya estoy en el box dejando la bici y empezando a correr. La gente anima, aplaude. a pesar de que chispea. Sigo viendo a amigos, compañeros. Ofrezco mi mano para chocar y animar. "¡Lo tenemos hecho!" les grito.

He de reconocer que se me hace un poco pesado pensar que tocan 10km de carrera a pie pero es lo que hay y no lo piensas, lo haces y ya está. No quiero desfondarme y voy guardando y adelantando. Hay segmentos en los que no hay nadie de público y se hace más duro. Los triatletas vamos en silencio, unos detrás de otro, es la parte que nunca nadie ve. Nuestras caras reales apretando dientes, mirando nuestro enterno, mirando cronos...Es la parte solitaria en la que solo estás tu, hasta que entras a un camping y una familia de salaos te animan como si no hubiese un mañana y haces los 400m más rápidos de toda la carrera.

Voy pensando "en la segunda vuelta cuando pase por aquí solo me quedarán 3km" y así voy haciendo mis cálculos, pensando en cuanto me quedará, cuanto llevo, que hora será... Pasan los km y por fin queda 1. Así que me veo bien para apretar en este último y llego a meta con los brazos en alto.

¡Conseguido! Ha sido dura el agua, muchos se han quedado atrás pero me siento feliz por haber seguido y sobre todo por haber tenido tan buenas sensaciones a pesar de haber ido de culo (perdonar la expresión) esa semana.

Mejor marca personal contando con que había hecho 2300m de natación en vez de 1500m. No puedo pedir más, toca descansar que después de esa semana si haber podido cumplir los entrenos noto las piernas como piedras.

Me quedo con "soy fuerte porque he vuelto a entrar al agua".

Sigamos sumando, sigamos disfrutando.

Abrazos gigantes.
Laura.

martes, 26 de abril de 2016

Experiencia: Mi primer MD Triatló 113 Oliva

Domingo 31 de mayo de 2015
Esa fecha fue, la fecha.

Tras casi un año de mi debut en media distancia os cuento todo lo que ocurrió y que nunca había contado antes en primerísima persona. Siéntate que allá vamos...

Después de 5 meses dándole vueltas al tema, el día llegó. Parecía todo muy extraño. Llevaba tiempo imaginando como sería, como me sentiría, como estaría (nerviosa, tranquila, con miedo, contenta, alegre...) y "de repente" el día había llegado.

El sábado fuimos a la recogida de dorsales, todo parecía que estaba llegando y cuando íbamos a cenar fui consciente, ya llegaba, era al día siguiente así que me vinieron los nervios y los miedos.

Cené pizza con base de tomate, rúcula, champiñones y jamón serrano. Hablábamos varios del club de la hora de encuentro del desayuno y del momento de vernos en el comienzo. Para muchos era nuestro debut. Después de la cena, directa al hotel a terminar de preparar todo mi avituallamiento, no podía faltar de nada. Incluso llevaba "por si acasos".

Evidentemente me costó bastante conciliar el sueño, tenía entre ganas y miedo. Es como cuando tienes un examen que llevas preparando 5 meses. Estás deseando hacerlo ya y quitártelo de encima pero por otro lado tienes miedo de hacerlo mal tras tanto tiempo empleado, miedo de fracasar...

Amanecí temprano, me llevé mi desayuno de casa y a boxes. Pasar por el baño, parada obligatoria y lista.




Neopreno, trenza de triatleta, gorro y gafas. Caminar 2km por la arena para volver nadando y llegada a línea de meta.

Y ahí estaba yo en la linea de salida con el resto de las chicas valientes, bailando, nerviosa, concentrada...
 


Y de repente.... Llega el momento. Al agua. Saltando olas y haciendo el delfín hasta ya no poder subir las rodillas por encima del agua y comenzar a nadar.

Intento no pensar en nada solo en cada brazada. Esto ya había empezado así que ahora hasta el final.

Y de repente... toco algo dentro del agua. Cara de asco mientras cojo aire por mi lado izquierdo. Los chillidos de mi alrededor lo confirman... ¡medusas! Así que con el miedo noto como mi ritmo baja.

El agua oscura me impide ver, así que meto la mano totalmente a ciegas, sin saber si iba a notar algo más. Hasta que me planteo el por qué estoy allí y meto la mano con fuerza pensando que me daba igual que ser vivo tocar así que brazada tras brazada voy adelantando a muchos hombres que habían salido bastante antes que yo. Me golpean medusas en la cara y toco tres más con las manos hasta que salgo del agua.

Uff..  picores en la cara a pesar de que no me han picado directamente de todos modos me siento bien, voy bien de pulso. No llevo pulsómetro pero salgo del agua con buenas sensaciones, bajándome el neopreno hasta la cintura y empiezo a correr hacia boxes buscando a familiares. ¡Los tengo! Están al lado de mi bici. Llego y...

¡Sorpresa!
Casco por el medio de la alfombra de transición, gafas por el suelo, bici movida... ¿Pero qué coj**es ha pasado? En fin, no importa. Me siento en el suelo mientras me quito el neopreno y les cuento todo lo ocurrido. Medusas, que me siento bien, que he escuchado chillidos... Mientras tanto me voy colocando todo y les digo que en unas horas los vuelvo a ver.

Me subo a la bici y noto como que algo no va bien. Me siento lenta y que no cojo ritmo, que las piernas no me van y me sorprendo porque antes había nadado y no tenía fatiga muscular. Algo no va bien y sé que es la bici.
Voy muy lenta y empiezan a pasarme bicis como cohetes. Me bajo de la bici y... Llevo la rueda de atrás totalmente frenada. No pasaba de 18km/h sufriendo a muerte. No consigo arreglarlo. Me vuelvo a subir y pedaleo. Me siguen pasando como aviones. Vuelvo a parar y pido ayuda a un policia en modo desesperación, el chico no tiene ni idea. Me planteo hacer todo el tri con la bici así pero lo que iba a sufrir subiendo hacia Pego no estaba escrito.... Me quedo ahí mirando la rueda sin saber que hacer y de repente... un ángel. Un compañero de club pasa con la bici y me pregunta ¿estás bien? y digo "noooo mi bici está frenada". Sin dudarlo un segundo frena y la mira. Yo esperando hasta que dice "creo que ya está!".. Me subo, tiro y me grita desde atrás "¿bien?". Todavía no rueda del todo fina pero de repente puedo ponerme a 27km/h con el mismo esfuerzo que antes así que ahora sí que puedo hacerlo, pero he perdido 15minutos entre pitos y flautas y hay corte de tiempo en bici. No sé si llego al corte  pero pedaleo. Entonces te das cuentas de que somos más que un club, somos la familia XTEAM y sientes un agradecimiento que no se puede pagar (Josete, GRACIAS).

En mi segunda vuelta en bici no dejo de mirar el reloj. Si llego, llego justa. Me hidrato, como todo lo que me he llevado y aprieto dientes. Voy muy sola en carrera. Detrás de mi se ve gente y yo me meo. Sí, sí tal cual. Me meo desde hace media hora y empieza a dolerme la tripa. No puedo parar, he perdido mucho tiempo antes. Es el momento. Están lejos y me meo encima del trimono, del cuadro de mi bici y de mi zapatilla derecha. Termino. Un poquito de agua del bidón por encima y listo. Me río yo sola.

Al rato una moto de policía me alcanza y pienso "ya está, es el fin, no llego al corte me va a decir que estoy fuera" y se me caen las lágrimas mientras aprieto los dientes. Miro el reloj y preveo que llegaré 5 minutos tarde a la T2. No me van a dejar correr, aún así yo doy lo que tengo. Siento angustia y empiezo a pensar que si me dicen que estoy fuera me va a dar igual. Me pondré las zapatillas y correré 21km por Oliva por donde sea pero yo quiero terminar la distancia aunque no sea dentro del recorrido de carrera.

Estoy, veo a gente, aplauden, animan. Mi familia espera al lado donde debo colocar la bici. Ningún juez me para la carrera, puedo seguir, he llegado al corte. Lloro a lágrima tendida. Lo he conseguido, puedo correr, estoy dentro de la carrera después de todo lo que había pasado con la bici, nadie sabe lo que ha pasado. Lloro mientras dejo la bici, me quito el casco, me quito mis zapatillas de bici y me pongo las de correr. Mi madre me pregunta "¿estás agobiada?" y le digo que sí con la cabeza a lo que mi padre dice "para sufrir y pasarlo mal mandamos esto a tomar por c*lo y nos vamos a comer todos". Digo que no con la cabeza y salgo a la carrera.

21km me separan de la meta. Después de haber hecho 2km nadando y 90km en bici, 21km me parecen nada. Empiezo despacio, no tengo prisa, el tiempo me da igual. Me mojo mucho la nuca para engañar a nuestro termoregulador y evitar sudar mucho para así deshidratarme menos.

Pasito a pasito voy cumpliendo, el calor a las 13:00h es pesadísimo pero empiezo a pasar a muchos cadáveres que caminan y arrastran los pies. Entonces empiezo a coger ritmo, cada vez más ritmo. Cada vez me siento mejor, más fuerte. Veo a mis padres, corren conmigo. Leo bebé (perrito) llora cada vez que me ve pasar y tira de la correa para venirse conmigo. Me emociono.

Y sí, ya está casi. Solo queda una vuelta. Una vuelta y se cumple un sueño. Algo grande.
Comienzan a venirme a la cabeza miles de imágenes de estos meses...

 


 

Días de bici en solitario, carreras en solitario, madrugones, doblar entrenos, no dedicarle tiempo a la vida social porque al día siguiente toca madrugar para coger la bici. Entrenos que sientes que te has salido y sonríes y en cambio otros miras al cielo rendida. Días en los que miras a la calle y no, no apetece pero sales.

Todas esas imágenes te vienen a la cabeza. Todos esos esfuerzos valieron la pena solo por esa entrada a meta.

2km y llego. Llevo media carrera a pie corriendo a 5'15"/km cuando pensaba que por la fatiga el ritmo sería de 6'/km pero me siento fuerte y con la euforia de llegar aprieto más.
Me esperan en meta, familia y familia XTEAM, por fin voy a convertirme en mitad ironwoman y al poco.... Recorro esa alfombra azul que me lleva a ese hinchado arco de meta.



CRUZO la meta y lloro. No paro de repetirme "lo he conseguido, lo he conseguido, esto es mio..." Abrazo a todo el mundo. Esto es mio.

Estoy en una nube, me siento fuerte, puedo con todo. Solo hay que luchar y al final todo llega. Me siento feliz e incrédula. Hasta días después no soy consciente de lo que he conseguido.

Todavía flipo.




martes, 12 de enero de 2016

Castigarnos después de las Navidades...

Hace días estábamos poniéndonos las botas y hoy estamos buscando una dieta "detox" para depurar todos los males que nos han traído las Navidades después de habernos pesado. 

Empezamos a restringir, a sentirnos culpables por ese medio kilo (o más) que ha pasado del 2015 al 2016 con nosotros. Castigarnos psicológicamente pensando en "es que no debería haberme comido..." "mira que pensé en pedirlo a la plancha y al final lo comí rebozado..." y miles y miles de pensamientos que nos vienen a la cabeza.

Vale, espera. Siéntate un segundo, haz una respiración profunda y piensa: ¿realmente todos esos pensamientos sirven para algo? ¿te hacen sentir mejor? ¿te ayudan a buscar una solución? 

Si tus respuestas han sido NO, es hora de pensar de manera diferente.

Es cierto que quizás nos hayamos pasado. Sí, ¿lo reconocemos? De acuerdo. ¿Se acaba el mundo? ¡No! ¿Se puede solucionar? ¡Sí!

¡Pues vamos a buscar soluciones!

Lo primerísimo es no agobiarse. Sí, hemos comenzado año nuevo, nos vienen miles de propósitos, de repente queremos hacerlo todo. Nos entra el ansia, pero espera. STOP. 

Tal como han venido esos kilos se pueden ir. Retoma tu rutina del día a día normal y aumenta el ejercicio físico.

Piensa que el ejercicio físico nos va a ayudar a restar y una alimentación adecuada nos ayudará a no sumar. Esto es clave para poder mantener un equilibrio sin que se nos vaya la cabeza. No se trata de pasar 3-4 horas en el gimnasio, se trata de aumentan los días de entrenamiento o aumentar en 30 minutos cada rutina de entrenamiento que teníamos fijada para ayudar a restar más. 

No se trata de hacer miles de dietas rápidas de tres días que podrás encontrar en internet. Eso solo supondrá el comienzo de algo negativo que probablemente nos pase factura después. Así que no quieras todo ya. Date tiempo. Al menos 2-3 semanas controlando ejercicio y alimentación.

Reduce cantidades, evita lo que ya sabes que debes evitar y aumenta el ejercicio físico. 

No te obsesiones con lo que has ganado y piensa en tu objetivo de quitarte ese exceso navideño en unas semanas. Obsesionarte solo hará que pienses en cosas negativas, que te castigues, te frustres, te entre ansiedad y pienses "total como ya la he liado pues me como este paquete de galletas..." y ahí empezamos un ciclo no saludable que asusta.

Debes entender que esto que ha pasado, es normal, que le pasa a mucha gente. Ser consciente de que no es lo que queremos y pensar en los errores que hemos cometido nos ayudará a reflexionar sobre nuestras acciones y a tomar mejores decisiones en un futuro. Está bien saber que hemos cometido errores pero como digo no hace falta castigarse. Piensa que te ha llevado a ello, que harás la próxima vez que tengas una situación parecida y comienza a organizarte.

Organízate las comidas de la semana. Te ayudará a saber que tienes que comer y por tanto que comprar. Compra solo alimentos saludables ya que si tienes en casa alimentos que no tocan y en algún momento tienes una tentación será difícil luchar contra esas ganas. Así que si no lo tienes y en algún momento te apetece algo pero no lo tienes, no lo comerás.

Organízate los días y momentos en los que vas a hacer más ejercicio. Si te cuesta hacerlo tu solo/a, queda con alguien, ve a clases dirigidas en tu gimnasio. Esto ayudará a comprometerte con la rutina.

No dejes nada para después o para mañana. El HOY cuenta para que mañana sea MEJOR. No hace falta que sea Lunes o día 1 para comenzar algo. Cualquier día sirve para empezar. Hoy puede ser el día si te lo propones.

¿Ya has empezado?

Abrazos enormes!


jueves, 7 de enero de 2016

¿Nuevos propósitos? ¿Los has planteado bien?

Comenzamos el año y los nuevos propósitos y objetivos viene cogidos de la mano.
Cada uno pide sus deseos y se marca sus objetivos para un nuevo año, una nueva etapa. Es como volver a nacer, una nueva oportunidad. Todo aquello que nos dejamos por hacer el año anterior, objetivos nuevos que nos gustaría cumplir... ¡Empezamos el año y estamos a tope! Estamos motivados y nos queremos comer el mundo, nos ponemos miles de propósitos pero... ¿nos proponemos bien nuestros objetivos?

¿Sabes lo que realmente quieres? Esta pregunta es realmente importante para conocer realmente cual o cuáles son TUS OBJETIVOS.

Es imprescindible que tu objetivo sea realista. Estoy segura que esto ya lo has leído en mil sitios pero es que si no es realista hay un porcentaje elevado de que no sea alcanzable por lo que los niveles de frustración se elevan exponencialmente conforme tu objetivo lo vas viendo más y más lejos. Por tanto es imprescindible que tu objetivo sea realista y alcanzable.

Saca papel y boli que vamos a escribir, reescribir, tachar... Comenzamos a elaborar nuestra lista de objetivos escritos de manera clave para que realmente los podamos conseguir. No será necesario escribir un montón. Es mejor tener pocos objetivos para poder centrarnos adecuadamente y quizás tener mini-objetivos que nos ayuden a conseguir un objetivo más grande.

Permítete un momento y escribe tus objetivos.

[...]

Una vez hayas escrito que es lo que quieres conseguir es hora de "corregir" si lo hemos expresado y pensado bien.

En primer lugar nuestro objetivo debe estar expresado de manera positiva, pues si escribimos un NO en la frase tenemos un problema. Nuestro cerebro no distingue las órdenes negativas por eso si alguien te dice "NO pienses en una rana saltando" ¿Qué has pensado? Porque yo me he imaginado una ranita verde saltando por el medio de la calle. Por este mismo motivo es mejor dar un carácter positivo a nuestro objetivo. Por ejemplo "alcanzar un 13% de masa grasa" En vez de "No superar el 15% de grasa corporal"

Es muy importante que tu objetivo sea acordado por ti mismo y no impuesto por terceros. Debe ser propio, consensuado contigo mismo y porque realmente tu quieras hacerlo. Intentar llegar a un objetivo por agradar a otros puede ser motivante al principio pero al final la motivación se pierde porque realmente no lo haces por ti y esto generará frustración, malestar contigo mismo e incluso con terceras personas. Así que plantéate la siguiente pregunta ¿realmente quiero esto?

Otro factor muy importante será poder medir de alguna manera el objetivo. Bien por kg (bajar kg o bien levantar más peso en el gym), distancia en km (correr X distancia), porcentajes (composición corporal), notas del colegio, universidad, máster...
Poder medir un objetivo hace posible que éste se pueda mejorar. Además si te vas acercando a tu objetivo te mantendrás motivado. 


¿Tu objetivo escrito es totalmente personal? ¿Está bajo tu influencia o depende de terceros? Visualiza un objetivo que esté bajo tu zona de control, si depende de ti.

Todos estos parámetros hacen que finalmente podamos concretar lo máximo posible un objetivo y por tanto conseguir plantear un objetivo específico. Esto ayudará a centrarnos realmente en lo que queremos y formar un camino más centrado hacia nuestra meta.

Una vez tienes más o menos escrito un objetivo específico, acordado por ti mismo, medible, personal y expresado de manera positiva, es hora de que te plantees el por qué.

¿Por qué quieres eso? ¿Para qué? ¿Crees que lo puedes conseguir? ¿Para qué lo quieres conseguir? ¿Qué vas a hacer para conseguirlo y que estás dispuesto a hacer?

Estas "simples" preguntas harán que realmente te des cuenta de si el objetivo que te has propuesto es lo que realmente quieres.

Ejemplo:
El año pasado me propuse hacer mi primer triatlón media distancia/medio ironman (1500m nado, 90km ciclismo, 21km carrera a pie).
¿Por qué? Superación personal. Conseguir nuevos retos dentro del triatlón.
¿Para qué? Era un reto personal, quería conseguirlo por mi, por tener satisfacción, tener la sensación de sentirte más fuerte e invencible al cruzar la meta, sentir que podía aguantar esas distancias.
¿Creía poder conseguirlo? Sin duda.
¿Que iba a hacer para conseguirlo? Entrenar mucho más que hasta ese momento y conseguir una composición corporal a través de la alimentación que me permitiera rendir más.
¿Qué estaba dispuesta a hacer? Doblar entrenos, dedicar menos tiempo a otras cosas y personas, madrugar mucho más para poder sacar tiempo. En definitiva, sacrificar algunas cosas que también me gustan o disfruto por el reto.

¿Has modificado el planteamiento de tu objetivo tras haber leído esto?

Plantear bien un objetivo hace que sea más alcanzable, sentirte más motivado conforme te acercas a él y por tanto poder proponerte nuevos retos.

PD: con un buen planteamiento conseguí mi reto. Mi primer MD al bolsillo. Terminé tan motivada y con tan buenas sensaciones que a la semana siguiente me casqué otro (solidario) y en octubre cayó el tercero. 3 MD en 2015. Próximamente más.



¡Suerte con tus metas!
¡Tu puedes con lo que te propongas!

Besotes =)






jueves, 21 de mayo de 2015

Experiencia en 1/2 marató Formentera


Sin esperarlo en menos de una semana se nos ofrecía la posibilidad de hacer la media maratón de Formentera (gracias a Paula) y allá que fuimos sin pensarlo.

Un autobús te llevaba al faro de la Mola, punto más alto de Formentera, cosa que te lleva a pensar que toda la carrera sería bajando, pero no.



Esperamos 1 hora hasta que la carrera diese comienzo. Hacía mucho calor pues eran las 16:15h de la tarde y la carrera comenzaba a las 17:30h.  Afortunadamente la organización puso cubos grandes con botellas de agua que debido al calor no estaban frías pero se agradeció la consideración, la verdad.

Faro de la Mola, Formentera

Jorge y yo mirábamos a los corredores, imaginábamos quien podía ganar por su equipación y trazas de runner, hicimos fotos y vídeos y nos pusimos a esperar en la línea de salida.

17:30h Minuto de silencio por los fallecidos en la travesía en barco/velero de la noche del jueves de camino a Formentera.

Pistoletazo de salida y ¡a correr!

Había mucho corredor cerca de la línea de salida a un ritmo por debajo de la media popular por lo que la mayoría tuvimos que estar esquivando un par de kilómetros incluso por la parte donde se terminaba la carretera y había una especie de acequia.

La verdad es que los kilómetros se me pasaron bastante deprisa hasta el kilómetro 7-8 pues había bastante bajada, pero al poco comenzamos a subir como si no hubiese mañana hasta el kilómetro 14 aproximadamente. Una carretera larguísima, muchísima calor y ningún avituallamiento cercano. Un infierno. No había sombra. Los corredores íbamos de lado a lado de la carretera buscando algo de sombra. Lo cierto es que me ardían los pies del asfalto tan caliente.

Foto al terminar ¡con medalla y todo!
Coronamos y el resto de kilómetros los fuimos haciendo más llevaderos, fueron pasando sin ser totalmente consciente de ellos (o al menos yo, Laura).

De pronto me di cuenta de que quedaban 5km y como si mis piernas los hubiesen sabido parecía que querían correr más, solas me llevaban a un ritmo más alto respecto al que habíamos estado corriendo durante la carrera. Después de 16km, SOLO, quedaban 5. Lo teníamos hecho. No paraba de repetir eso en voz alta, “ya lo tenemos”, “esto es nuestro”.

Jorge iba más fatigado a nivel muscular pues no suele correr. La última vez que corrió fueron 30 minutos. Se inicia un poco en este mundillo ahora a pesar de que lleva toda la vida haciendo deporte por lo que sus piernas no estaban preparadas para tanto impacto así de repente ya que fue todo un poco de la noche a la mañana.

Foto después de la llegada a meta
Aún así aguantó como un campeón. Esta era su segunda carrera, la primera fueron 6,2km y su segunda carrera un medio maratón. ¡Con un par Jorge! Así somos en XTEAM.

Hicimos 1h50’ y terminamos muy contentos.


La gente de los pueblitos muy volcada en la carrera. Gente de sus casa sacaban mangueras para mojar a los corredores, personas del supermercado sacaban agua, propietarios de bares ponían mesas suyas con agua… Cosas donde te das cuenta de lo que puede hacer el ser humano por otro ser humano a cambio de nada, simplemente por eso mismo, porque somos personas.